Las batitas de guardería son las grandes salvadoras de la ropita de nuestros niños. Sus manitas llenas de pintura, restos de comida y zumos o batidos, son los responsables de la necesidad de ésta prenda, sencilla y tremendamente útil. Son de limpieza fácil y no necesita planchado, y en las guarderías son además un elemento identificativo.
En muchas ocasiones, también nos resulta práctico disponer de una batita en casa, para esos momentos en casa, en los que nuestros pequeños se sienten artistas y a nosotros nos produce una gran satisfacción ver sus magníficas obras, con la tranquilidad de saber, que las manchas resultantes de tan laborioso esfuerzo, no tendrán consecuencias que requieran un trabajo extra en la lavadora.
Podrán ser tan bonitas como queramos, divertidas y llenas de color, para una etapa de la infancia en la que la capacidad creativa es desbordante y la imaginación no tiene límites.
Tampoco podemos olvidarnos de los uniformes de colegio, de los que en “El Pequeño Catalán” disponemos en cualquier época del año, por si a nuestros chicos y chicas se les queda pequeño a mitad de curso, gracias a esos estirones de crecimiento, a los nos tienen tan acostumbrados.