La Edad Media comprendió unos 1000 años, desde la caída del Imperio Romano de Occidente, en el 476, hasta el descubrimiento de América, en 1492.
«El Pequeño Catalán» sabe de la importancia de la exactitud de las reproducciones de los Trajes Medievales y por esa razón, también conoce y quiere divulgar la importancia de los colores y su significado en aquella época.
La función de la vestimenta no era otra que la de abrigar y proteger el cuerpo, pero al mismo tiempo había en él, un código social que podía indicar la clase social, rango, oficio, etc. Un sistema de comunicación, un lenguaje de símbolos que todo el mundo podía entender e interpretar.
Durante el siglo XIII esta simbología se correspondía a lo siguiente:
ROJO: La nobleza, los sirvientes más próximos al rey, los burgueses con grandes fortunas y también era el color relacionado con el matrimonio.
Significaba poder y orgullo.
AZUR HERÁLDICO, VIOLETA Y AZUL CLARO: Colores de Noble y sus más cercanos. Sin embargo el Azul Oscuro era el color de la gente común.
Significaba fidelidad y lealtad.
VERDE: También reservado para la nobleza, a excepción del verde oscuro o marronáceo que lo portaban clases humildes,
Significaba renovación.
BLANCO: Era el color de la pureza y la humildad.
NEGRO: El del luto por fallecimiento.
PARDO:(marrones, grises, amarillentos, correspondían a la baja burguesía, bajo clero, criados, campesinos y pobres.
AMARILLOS Y NARANJAS: Colores negativos que se relacionaban con lo más bajo.
En general además, estaba muy bien visto vestir de forma monocroma (todo de un color), ya que la policromía era signo de inferioridad.
Probablemente éste código se correspondía a la dificultad de conseguir ciertos colores, ya que el teñido de los paños era un lujo y era el tinte ESCARLATA el más difícil de conseguir.